Bitcoin es una moneda digital, una criptomoneda que permite a sus usuarios, entre otras cosas, adquirir productos y abonar servicios en negocios que acepten pagos con este tipo de divisas virtuales. Sin embargo, la mayoría de las personas lo emplean como una herramienta de inversión o especulación, funcionando en mercados sin regulación. Las formas más comunes de obtener bitcoins son a través de la minería o comprándolos directamente.

El pasado 13 de octubre de 2020, el Gobierno dio luz verde al Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal. Este proyecto implica un mayor seguimiento de las criptomonedas. En él se establece la obligación de reportar tanto la posesión como las actividades relacionadas con monedas virtuales. Esto impactará a las criptomonedas ubicadas tanto en España como en el extranjero, siempre que involucren a contribuyentes españoles. A partir de ahora, se requerirá información sobre los saldos y los propietarios de las monedas en custodia (ya sea en España o fuera del país), así como detalles sobre las operaciones de compra, venta, transferencia, intercambio, cobros y pagos.

Cuando intercambias bitcoin u otra criptomoneda por una diferente, lo que haces es vender una y adquirir otra. Este cambio en tu patrimonio debe reflejarse como una ganancia o pérdida patrimonial en tu declaración.
Si poseo Bitcoins u otras criptomonedas, ¿tengo que declararlas en el Impuesto sobre el Patrimonio?
Sí, es correcto. En el Impuesto sobre el Patrimonio, los bitcoins y otras criptomonedas deben incluirse junto con el resto de tus bienes, de manera similar a como se hace con el dinero invertido en fondos de inversión o en acciones. Sin embargo, es necesario tener en cuenta el mínimo exento establecido por cada Comunidad Autónoma para determinar si estás obligado a tributar por este impuesto o no.